04 / 04 / 2025
110 representantes de las Cooperativas de Castilla y León participan en este evento que congregó a casi 1000 cooperativistas
Palma acogió los días 27 y 28 de marzo, bajo el lema “Sostenibilidad con personas”, el IX Congreso de Cooperativas Agro-alimentarias de España, reuniendo a cerca de un millar de delegados de todas las Comunidades Autónomas. El Congreso, que fue inaugurado por el Ministro de Agricultura, Luis Planas, contó con la presencia institucional de la Directora de la Industria y de la Cadena Alimentarias de nuestra Consejería de AGYDR, Cristina Frías y de su Coordinador de Servicios, Jesús Paradinas.
Entre los 110 asistentes de Urcacyl, se encontraban representantes de las Cooperativas Acor, Agropal, Alta Moraña, Arlanza, Asovino, Avigase, Car, Cofrubi, Cobadu, Cocope, Copasa, Copiso, Cuatro Rayas, Horcaol, Lacto Unión, Pecogasa y Tierra Charra Moraña. Días de convivencia, de aprendizaje, de intercambio de experiencias, de análisis de retos y estrategias y de ilusión para encarar el futuro.
Luis Planas, destacó que “la integración cooperativa es una de las mejores vías para hacer frente a los retos de una economía global y competitiva” y añadió «el sector cooperativo es clave para el sector agroalimentario de nuestro país, con más de 3.000 entidades que aglutinan más de un millón de socios y dos tercios de la producción final agraria».
El Congreso sirvió de escenario para presentar el Plan Estratégico del Cooperativismo Agroalimentario Español 2025-2028, una hoja de ruta común para fortalecer, modernizar y hacer más competitivo el modelo cooperativo en el medio rural. Gabriel Trenzado, director general de Coop. Agro-alimentarias de España, destacó “Este Plan busca fortalecer a las cooperativas desde dentro, ayudándolas a afrontar sus desafíos y a mejorar su competitividad, al mismo tiempo que aspira a ser un puente hacia otros sectores económicos, la administración y la sociedad”.
El Plan Estratégico se estructura en torno a los siguientes cinco ejes estratégicos interconectados entre sí:
1.- Fortalecer la sostenibilidad económica del cooperativismo agroalimentario, mejorando su rentabilidad y competitividad
2.- Reforzar la sostenibilidad social del modelo cooperativo.
3.- Potenciar la sostenibilidad medioambiental de las cooperativas y valorizar el impacto medioambiental positivo.
4.- Impulsar la innovación y digitalización en las cooperativas.
5.- Mejorar de la comunicación interna y externa de las cooperativas.
En torno a estos ejes se desarrollan trece metas y veintiséis objetivos a alcanzar, marcados por la necesidad de redefinir un modelo cooperativo para guiar al sector hacia un futuro sostenible.
Retos y futuro del sector
El sector agrario en el nuevo escenario político de la UE fue abordado por Stefan Schepers, director ejecutivo de los Grupos de Alto Nivel sobre Innovación Política de la UE, quién expuso la necesidad de cambiar la mentalidad de una Europa muy burocratizada y lenta y de las empresas europeas, muy reacias a la innovación. Especialmente en un momento de grandes desafíos globales como la crisis de precios de las producciones agrarias, los costes de energía y fertilizantes y la inseguridad geoestratégica o climática.
Schepers planteó la relevancia de emprender tres estrategias de transición: la de la energía y la descarbonización, la de los sistemas alimentarios en su conjunto para caminar hacia una agricultura regenerativa y la del impulso a la economía rural. También expresó que la nueva PAC debe actuar en estos tres ámbitos y hacerlo a través de un mayor apoyo a las inversiones. Así mismo destacó que el sector agrario debe afrontar retos clave como la innovación, la sostenibilidad y la cohesión territorial, destacando el efecto estimulante que tienen las cooperativas en las economías locales. Por último, valoró el acuerdo con Mercosur como positivo a nivel macroeconómico y a largo plazo, pero reconociendo que en este tipo de negociaciones siempre «hay ganadores y perdedores, y los ganadores deben compensar a los perdedores del acuerdo».
Una de las intervenciones más aplaudidas por los asistentes fue la de Enrico Letta, ex primer ministro de Italia, decano de IE University y presidente del Instituto Jacques Delors. Realizó un acertado análisis de la situación global de la UE, que durante muchos años ha externalizado su industria, su defensa, su alimentación, su energía… lo que hace que ahora sea mucho más vulnerable en todos esos frentes. Y en el ámbito interno está debilitada por una peligrosa fragmentación normativa y política. Por ello, y basándose en su informe sobre el futuro del mercado único europeo, plantea una ambiciosa visión para reforzar la integración económica, impulsar la competitividad y adaptar el mercado único a los retos de la transición ecológica y digital.
Letta destacó que al sector agroalimentario es estratégico desde todos los puntos de vista: económico, social y territorial. Es más, planteó que la seguridad y soberanía alimentaria son imprescindibles para alcanzar una soberanía geopolítica. Tanto como “la unión de la Unión”. Sólo seremos fuertes si estamos juntos, si desarrollamos una mentalidad europeísta. Por último, reconoció que las cooperativas agroalimentarias desempeñan un papel imprescindible en la vertebración del territorio, en la dinamización de zonas rurales y la creación de empleo. «Es fundamental contar con empresas sólidas y resilientes, como las cooperativas, que contribuyan a fortalecer nuestra autonomía. La mejor respuesta frente a las políticas de Estados Unidos es mantenernos unidos, actuar de forma conjunta y evitar que nos dividan».
La sostenibilidad como lema y eje del Congreso
Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social de España, remarcó “hemos practicado la macroeconomía sin tener en cuenta a las personas ni al empleo. El modelo cooperativo se distingue por incorporar en su ADN la sostenibilidad, la inclusión, la formación y la productividad”. Leire Mugerza, presidenta de la Comisión Permanente del Congreso de Mondragón, destacó el impacto global de las cooperativas, “capaces de producir cualquier cosa y hacerlo con las personas en el centro y desde el modelo cooperativo”. El director del Centro de Investigación y Desertificación, Diego Intrigliolo, se refirió a la adaptación de la producción agrícola al cambio climático buscando soluciones en las técnicas de cultivo, manejo del suelo y el apoyo de los técnicos de cooperativas.
El bloque de sostenibilidad, finalizó con una mesa redonda moderada por Daniel Ferreiro, presidente de Vacuno de Leche de Cooperativas Agro-alimentarias, quien comentó que las principales cooperativas lácteas se habían comprometido a reducir en un 30% la huella de carbono de la leche que producen o comercializan para 2030. En la mesa se destacó la importancia de la sostenibilidad integral, (la ambiental, la económica y sobre todo la social). Estefanía Iglesias, señaló “no hay que dejar de lado la competitividad en el mercado, siguiendo estrategias, por ejemplo, como unirse a la marca ‘Producto Cooperativo’ para aportar valor al producto”. Ricardo Delgado comentó que centran su estrategia de sostenibilidad en el “uso de forrajes de proximidad, variedades más resilientes, incluso en el uso de aditivos que consiguen reducir las emisiones de metano del vacuno”. Y Andrés García, compartió “hemos apostado por un modelo de agricultura más sostenible respondiendo así a las crecientes demandas de la cadena de valor en materia de reducción de emisiones”.
Relevo generacional
El presidente del grupo de trabajo de jóvenes de Cooperativas Agroalimentarias de España y representante de Urcacyl de jóvenes, Óscar de Íscar, fue el encargado de presentar un ‘Catálogo de buenas prácticas para el fomento del relevo generacional y la movilización de tierras’. Catálogo que recoge casos de éxito y un protocolo para que las cooperativas puedan abordar estos problemas. “El 41% de agricultores y ganaderos tiene más de 65 años, sólo el 8,8% de los profesionales del sector son menores de 40 años y para 2.030 dos de cada tres agricultores se habrán jubilado”, señalo De Íscar.
La presentación de este documento fue el anticipo de una mesa redonda donde se abordó el reto del relevo. Los responsables de tres cooperativas agroalimentarias que promueven el relevo generacional transmitieron la necesidad de ser proactivos, de acompañar a los jóvenes que se interesan por el sector y de mejorar la comunicación para atraer talento.
Entre las ideas para que más jóvenes se incorporen a la actividad figuran la de mejorar la comunicación sobre el funcionamiento de las cooperativas, ofrecer acompañamiento técnico y formación a los interesados, mediar en la búsqueda de fincas y fórmulas como las explotaciones comunitarias de la tierra y de coproducción. “Tenemos la responsabilidad de recuperar socialmente el sector agroalimentario y convertirlo en algo atractivo”, concluyo De Íscar.
Visibilidad de la marca “Producto Cooperativo”
En el Congreso, que contaba con un bodegón con los productos adheridos a la marca “Producto Cooperativo” también se hizo una degustación de tapas elaboradas con productos de cooperativas que se han sumado hasta el momento a esta iniciativa. Estas tapas diseñadas para poner en valor el sabor, la tradición y la excelencia de los productos cooperativos fueron elaboradas por el chef Claudio Lemos. En ese acto, Óscar de Íscar de Bodega Cuatro Rayas destacó la importancia de formar parte de una marca que impulsa la visibilidad, el valor añadido y la diferenciación de los productos elaborados por cooperativas, fortaleciendo así su presencia en el mercado y el reconocimiento por parte de los consumidores.
Este sello refuerza la identidad cooperativa, y nació con el objetivo de diferenciar los productos elaborados bajo el modelo cooperativo, garantizando su origen y la contribución de estas entidades a la economía local y al desarrollo sostenible. Con la adhesión de estas cooperativas, la iniciativa sigue creciendo y ganando reconocimiento entre los consumidores.
Entre las 27 cooperativas que hasta ahora han decidido adherirse a la marca hay productos de diversos sectores, desde vino y aceite hasta frutas, hortalizas y conservas vegetales, pasando por queso, leche, miel, productos cárnicos, pimentón y frutos secos. De estas veintisiete, tres son de Castilla y León: Acor con su azúcar, Bodega Cuatro Rayas con sus vinos y Reina Kilama con su miel, formando parte ya de este sello que garantiza calidad, compromiso y el valor del cooperativismo en cada producto.
El Congreso finalizó con una cena de clausura en la que los congresistas también degustaron vinos y productos de esta marca cooperativa